INSECTOS; ALIMENTO DEL FUTURO.

El consumo de insectos, conocido como Entomofagia, está ganando relevancia en la búsqueda de sistemas alimentarios sostenibles para humanos y animales. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha respaldado esta práctica debido a los beneficios nutricionales, medioambientales y económicos que ofrece. A continuación, exploramos estas ventajas con base en investigaciones y datos de la FAO.

1. Alto contenido nutricional

Los insectos son una fuente rica en proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales.

• Proteína de calidad: Por ejemplo, los grillos contienen entre un 60% y un 70% de proteína de alta calidad, comparable a la de la carne de res y superior a la de la soja.
• Micronutrientes esenciales: Insectos como los gusanos de harina son ricos en hierro, zinc y vitaminas B12 y B2, nutrientes clave para la salud humana y animal.

Para dietas animales, los insectos pueden sustituir eficientemente a fuentes tradicionales de proteína como la harina de pescado y la soja, con resultados positivos en el crecimiento y la salud de los animales

2. Menor impacto ambiental

La cría de insectos requiere considerablemente menos recursos que la ganadería convencional:

• Uso eficiente del agua y alimento: Los grillos, por ejemplo, necesitan 12 veces menos alimento que el ganado para producir la misma cantidad de proteína.
• Emisiones reducidas: Los insectos producen niveles mínimos de gases de efecto invernadero comparados con los rumiantes, reduciendo su impacto climático.
• Aprovechamiento de residuos: Muchos insectos pueden alimentarse de desechos orgánicos, promoviendo la economía circular.

3. Aumento de la seguridad alimentaria.

Con una población mundial proyectada a alcanzar los 9 mil millones en 2050, los insectos ofrecen una solución viable para cubrir la creciente demanda de alimentos.

• Accesibilidad global: Los insectos están disponibles en la mayoría de las regiones del mundo, lo que los convierte en una fuente alimentaria fácilmente escalable.
• Producción sostenible: La cría de insectos puede realizarse en espacios pequeños, lo que la hace ideal para comunidades rurales y urbanas con recursos limitados.

4. Diversificación del sistema alimentario

Introducir insectos en las dietas ayuda a diversificar los sistemas alimentarios, haciéndolos más resilientes ante crisis globales como pandemias o conflictos. Su versatilidad permite incluirlos en productos alimenticios innovadores como harinas, barras energéticas y snacks.

Conclusión

Promover el consumo de insectos, ya sea como alimento directo para humanos o como ingrediente clave en piensos animales, es una estrategia avalada por la FAO para combatir la inseguridad alimentaria y proteger al medio ambiente. Implementar esta alternativa no solo beneficiará a las generaciones actuales, sino también a las futuras.

¿Estás listo para unirte al cambio? Introducir insectos en tu dieta puede ser un pequeño paso con un gran impacto en el planeta.

Si deseas más información sobre este tema, consulta los reportes oficiales de la FAO sobre entomofagia.

https://www.fao.org/fsnforum/resources/reports-and-briefs/edible-insects-future-prospects-food-and-feed-security
https://www.fao.org/food-safety/news/news-details/en/c/1393477/
https://openknowledge.fao.org/items/974bb6a6-db5d-4b69-ba2a-85f9a0af2ded